Los vendajes neuromusculares o kinesiotape fueron desarrollados por el doctor japonés Kenzo en 1970 y se han popularizado en la última década del siglo XX. En EE.UU y Europa fueron introducidos posteriormente a trasvés del ámbito deportivo, por lo que han tenido una difusión muy rápida y mediática. Estos vendajes son cintas de tape o esparadrapo elástico. Tienen propiedades similares a las de la piel, pueden ser de diferentes colores y el profesional puede aplicarlos con diferente tensión sobre el paciente. Los beneficios terapéuticos descritos son múltiples:
- Reducción del dolor/inflamación
- Mejora de la contracción/relajación muscular
- Corrección postural
- Facilitación de la circulación sanguínea y linfática
- Aceleración del proceso de reparación de las lesiones
Para conseguir estos beneficios terapéuticos existen numerosas técnicas y posibilidades de aplicación (linfática, postural, muscular, ligamento...) pudiendo combinarse entre si para conseguir efectos complementarios. Los efectos fisiológicos y/o mecánicos que se consiguen con la correcta aplicación de los vendajes varían en función de la técnica y estructura sobre la que se aplica. Algunas de sus indicaciones son:
- Estimulación o relajación de musculatura
- Protección muscular frente a sobreestiramientos
- Reducción de la fatiga muscular
- Protección articular
- Alivio del dolor
- Reducción de la inflamación
- Disminución del edema
- Aceleración del proceso de recuperación del hematoma
- Aumento del recorrido articular
- Mejora de propiocepción
- Corrección de la postura
- Efecto sobre fascias
No siempre es posible la aplicación de estos vendajes ya que existen contraindicaciones que lo impiden. Debemos saber y tener claro que para conseguir los efectos terapéuticos deseados el vendaje debe ser aplicado con una metodología muy precisa y con unos conocimientos anatómicos profundos. El fisioterapeuta y el podólogo, con formación en aplicación de vendajes neuromusculares, son profesionales capacitados para ello.