NUTRICIÓN EN PATOLOGÍA HORMONAL Y TIROIDES
Las patologías hormonales se han vuelto cada vez más frecuentes en la sociedad moderna. El estrés desempeña un papel crucial en estos desequilibrios. El ritmo acelerado, las presiones laborales y personales, junto con hábitos poco saludables, pueden impactar negativamente en la regulación hormonal del cuerpo humano.
Una buena nutrición puede desempeñar un papel fundamental en el equilibrio hormonal. Consumir una dieta equilibrada, rica en nutrientes esenciales como proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales, puede ayudar a mantener nuestras hormonas estables.
Una alimentación rica en nutrientes ayuda a regular los ciclos menstruales, reducir los síntomas del síndrome premenstrual (SPM), abordar el síndrome de ovario poliquístico (SOP), mejorar la salud reproductiva y facilitar la transición a la menopausia.
Son también muy importantes las hormonas tiroideas, vitales para regular el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo del cuerpo humano.
Una buena nutrición puede influir en la producción, regulación y conversión de hormonas tiroideas clave, como la T3 y la T4, lo que puede mejorar la energía, regular el metabolismo y ayudar a controlar el peso corporal.
Además, la alimentación puede ser fundamental para minimizar la inflamación y la respuesta autoinmune en trastornos como la enfermedad de Hashimoto o la tiroiditis de Hashimoto.
La nutrición puede ayudar en estos problemas hormonales, entre otros:
- Síndrome de Ovario Poliquistico (SOP)
- Síndrome Premenstrual (SPM)
- Amenorrea hipotalámica funcional
- Dolor menstrual (dismenorrea)
- Endometriosis
- Menopausia
- Fertilidad
La nutrición puede ayudar en estos problemas tiroideos:
- Hipotiroidismo
- Hipotiroidismo de Hashimoto
- Hipertiroidismo
- Enfermedad de Graves